domingo, 24 de agosto de 2008

El estigma de las "Comunicaciones" - Parte III

Buenas noches. Recapitulando, en la primera parte lancé la pregunta al público acerca de lo que ellos pensaban acerca de este fenómeno. En la segunda, hice un sumario de las respuestas que se habían publicado respecto al tema. Ahora bien, en este episodio de su programa "Aunque a usted no le importe", presentaré mi opinión acerca del desdén hacia la carrera de Comunicación Social. La dinámica será usar los comentarios del público para refutar y/o añadir lo que me parezca conveniente. Hago una nota recordatoria: se combaten las ideas, no a las personas. Con eso aclarado, es hora de empezar la prédica de hoy.

Una de las cosas que leí es que la gente se mofa de esta carrera solo porque señoritas cuya hermosura es inversamente proporcional a su intelecto están estudiándola. Eso no tiene la más mínima lógica y, por tanto, es una insensatez considerarla como razón.

Otra opinión sentenciaba que esta carrera tiene mala reputación porque las aspiraciones de sus legionarios es de convertirse en los próximos payasos del entrentenimiento salvadoreño. Por desgracia, esto no está muy alejado de la verdad. No estoy defendiendo este tipo de actitud, pero que usted se burle de estas metas es como que yo me burle de un estudiante de derecho cuyo sueño sea autenticar documentos toda su vida. El otro punto interesante es que esta es un refugio para los numerofóbicos. Es muy cierto, pero sería pecado generalizar. Todos los universitarios tienen diferentes dificultades, como la ortografía, ¿verdad, abogado?, ¿no es cierto, arquitecto?, ¿de qué se ríe, ingeniero?, ¿se siente bien, médico?, ¿por qué la cara aturrada, economista?

Hay quienes afirman que los estudiantes de "comunicaciones" no tienen más cosa que hacer que "ensayos elevados" y "filosofía barata" que no quitan más que "un par de horas de tiempo". Hasta donde la mente me permite reflexionar, no existen los ensayos elevados, solo subjetivos. Criticar eso es como no estar de acuerdo con el carácter innato de una persona. Creo que podemos notar cómo se ha prostituido el concepto de filosofía cuando se usa como en este caso. Filosofía barata. Qué casualidad que esta ciencia ha estado desde antes de Cristo y ha sido uno de los grandes motores para la evolución del pensamiento humano -por ende, revolucionando todas las ramas de la vida. Con respecto a la duración de estos quehaceres académicos, puedo asegurar que un "ensayo elevado" de "filosofía barata" bien hecho no se hace en un par de horas. Incluso, a veces toma menos tiempo hacer una guía de ejercicios de -inserte tema aquí- que un ensayo de diez páginas acerca del impacto de las intifadas en la sociedad mundial. Claro, esto depende de la persona en cuestión.

Respecto al comentario de que los estudiantes de "comunicaciones" se van temprano a casita contrario a, por ejemplo, un ingeniero, yo podría hacer lo mismo comparando al ingeniero con un médico. Pero no lo haré, porque comparar carreras no es muy sabio. También se sostiene que nuestra carrera es "relativamente" más fácil que otras, según "diversos planes de estudio consultados". Debo rendirle culto a quien apoye esto, pues su genialidad intelectual es tan grande que con solo ver los pénsum de las carreras puede medir la dificultad de estas respecto a las otras sin necesidad de cursarlas.

Algunos piensan que el interés para estudiar esta carrera se deriva de "el gusto por la literatura, redacción, quizás la facilidad con la palabra, formas estúpidas de ver el mundo". Formas estúpidas de ver el mundo. Perfecto. Seguramente, el interés para estudiar Química ha eyacular de la idea de formar nuestro propio "Mundo de Beakman". Quizá estudiar Medicina nos lleve a ser como Doggie Houser o el mismísimo "Doctor House". No me queda duda de que estudiamos Derecho para ser como los fiscales de "Law & Order".

Creo que el hecho de no saber qué carrera escoger es un síndrome que se da en todos los adolescentes y en todas las facultades. Esto no es atribuible solo a Comunicación Social. Sin pena, puedo admitir que yo estudié Economía durante medio año porque no estaba seguro de qué era lo que me gustaba.

Me he extendido demasiado. Espero no haber olvidado ningún punto rebatible. Supongo que esta es la parte final de este volado, así que muchas gracias a los que participaron, y a los lectores por su interés. A manera de recordatorio, a aquellos que hayan llegado hasta aquí sin "skipear*" ningún parrafo, recibirán de mí apapachos como los de Tommy Mottola a Thalía cuando eran amantes. Una cosa más, de nuevo: se combaten ideas, no personas. La homilía ha terminado. Amén.

* Un pequeño tributo a mis "agringados" fieles.

¡Saha ahaha!

Chepe

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