viernes, 9 de septiembre de 2011

A ley, naturalmente inadecuada (A Julia Regina de Cardenal)


Rodolfo Parker, Funes, Un Techo para mi País, Vaquerano. Para quien haya leído mi blog anteriormente, sabe que los allí mencionados (y otros más) han recibido el galardón de mi rimbombante sátira. Según me dijo alguien por allí, la gente lee en este resumidero porque suelo escribir tal y como piensan los salvadoreños al percibir las situaciones aquí planteadas –puede que sea porque me consideren como la Choly, pero más cholero y con menos dinero. Resulta innegable, y lo admito con la humildad que no tengo, que uno de los pilares de estos textos tan alabados es mi “inigualable” uso del lenguaje soez y referencias religiosas, no para insultar –si revisa bien, jamás he tirado una palabra altisonante solo porque sí, todo está muy bien medido-, sino para engalanar el mensaje. No lo hago, como algunos pensarán, para ganarme el culto de mis lectores –que jamás viene mal-, sino porque, para quien me conozca en persona, sabe que soy tal cual reflejan mis textos, y me encanta ser honesto con lo que mi mente indica. Hoy, sin embargo, les voy a fallar.


Para quien siga aquí después de esas últimas cinco palabras, déjeme explicarle qué ocurre. Mientras vagaba en el Twitter, noté un súbito despliegue de atención hacia Julia Regina de Cardenal por varios de mis contactos, despertando mi curiosidad. Al ser más metido que una estatua de sal huyendo de Sodoma y Gomorra y como conocía los artículos de esta señora, no dudé en revisar qué estaba sucediendo. Ay. Para que esté escribiendo una entrada en honor a ella, es porque me pareció interesante lo que encontré. No tratará la entrada sobre sus artículos, porque de eso a hay suficiente en Internet. Por ende, no voy a insultarla como suelen hacer algunas personas: de esta forma, a lo mejor respete mi opinión y no la demerite llamándome “escuelero”. Ea, pues, déjeme enfundarme la estola y predicar –como a usted le gusta. No soy teólogo ni exegeta, pero parto con la ventaja de que la señora de Cardenal tampoco. Lo que le prometo, eso sí, es no escupir ripio.


He revisado 335 tweets incluyendo las respuestas que ha obtenido al igual que a quienes ella ha contestado. Decidí separarlos en dos categorías para fácil referencia (y para conservar mi salud mental, la lista que he sacado es tan amplia como mi artículo anterior). Será una entrada relativamente larga, aguántenme.


Nota: Julia Regina Calderón se precia, entre otras cosas, de ser una abanderada del catolicismo. Nada mal, pues uno de los más importantes mandatos de Jesús es no sentir vergüenza de la fe profesada, so pena de recibir el mismo tratamiento en presencia de Dios. Sin embargo, ella cree en la Ley Natural, aduciendo, además, que las mujeres “salieron de sus costillas [de los hombres], nos debemos a ellos”; ergo, permítame el lujo de jugar con las mismas reglas al citar sus proverbios y criticarlos. No habrá orden particular más que el que considere pertinente para conveniencia del texto.


La regla para que un tweet esté aquí es que de Cardenal no debió haber sido personalmente atacada. Hay varias razones para esto:


  • Es relativamente normal que se reaccione hostilmente ante ataques personales.
  • El punto es probar cuán inestable puede resultar la señora con alguien que no comulgue con sus ideas.
  • No terminaría nunca si escribo cada comentario hiriente.

No tardo más, aquí va la lista.


Insultos sin sentido


  1. @Socraty_vs dan lástima jovencitas como tú, pero de seguro estudias en una universidad local (si es que estudias) te comprendo la ignorancia” --> En respuesta a: “Diocuarde leer tanta barrabazada q escribe @ReginadCardenal! X gent como ud stams así! Deje el odio y la bilis....”

Pensará que Socraty_vs ha faltado el respeto a Regina de Cardenal, y no estaría del todo mal. Sin embargo, hay un matiz ineludible: se hace referencia a las ideas que ha proferido, no a su condición intelectual; basada en este argumento, continua la crítica en que por gente que piensa de esta forma, la sociedad se encuentra tal como hoy. Al final, se hace un llamamiento a la moderación en sus comentarios. Ante semejante injuria, Julia Regina menosprecia la capacidad cognitiva de la señorita y a las instituciones educativas del país.


@Socraty_vs estudia conmigo en la UCA, y hasta donde me consta, no es ninguna ignorante –todo lo contrario- ni tampoco la UCA es un pandemonio de mediocridad –aunque mediocres sobran, yo el primero. Tengo dos palabras para Julia Regina de Cardenal: Edwin Juárez. ¿No sabe quién es? Compañero de promoción mío en el Liceo Salvadoreño, Edwin entró en primer año de bachillerato, proveniente de la ESCUELA SAN ALFONSO –sí, eso fue un grito-. El mejor bachiller de mi promoción, si mal no recuerdo, y un coloso de las matemáticas, ahora está estudiando en el extranjero. Por cierto, ganó un concurso internacional de diseño de motores en base a energías alternativas. Ajá, ¿qué pedos pues?


Ya que estamos en el tema de la educación, veamos el siguiente tweet…


  1. @Hada_AZUL tú debes estudiar en una universidad de estas de por aquí. No me pondré a discutir contigo, mi educación está por encima de ti (…) @Hada_AZUL mi carrera y postgrado fueron en Inglaterra, crees que podemos hablar el mismo idioma?” --> En respuesta a: “Siguiendo a @ReginadCardenal por decisión personal. Ella necesita conocer una perspectiva mas realista de SV!”

Ah, resulta que nuestra querida defensora del oscurantismo eclesiástico ha estudiado en Inglaterra, ahora entiendo su potestad de criticar la formación académica de quien ose refutar sus ideas. Como soy bastante meticuloso, decidí darme verga buscando qué había estudiado esta condesa de la filología, física nuclear o literatura clásica. No encontré absolutamente nada… bueno, sí, algo: en el URL http://www.prolifeworldcongress.org/zaragoza2009/index.php?option=com_content&task=view&id=114 hay una especie de currículum de la señora, y me resulta impresionante la cantidad de conferencias a las que ha asistido o participado –aunque los temas sean más trillados que el Chapulín Colorado en el canal 2. Pues bien, bajo la sección de “Trabajos y Cargos”, en vez de leer “Miembro de The George Town Ladies Social Club”, resulta que es “Maquillista profesional y consejera de belleza”.


No tengo absolutamente nada que agregar. Dado que no hay más datos en línea sobre esta mujer (al menos, durante las tres horas que los busqué), supondremos esto como nuestra verdad. Una dependiente de salón le dice a una profesional con maestría en comunicaciones de la Universidad de Illinois que no están al mismo nivel, pues ninguna oportunidad tiene Greimas ante Pantene Pro V (porque Greimas no es Pro, ni mucho menos Pro V).


  1. @Richodo me lo entenderías si te lo explico? Creo que no. Ve, estudia, vuelve y entonces hablamos” --> En respuesta a @ReginadCardenal Síganla: Una mujer segura de su heterosexualidad, odia a los homosexuales, no sabe nada de los padres pedófilos y es feliz”.

Estoy empezando a notar un patrón. Al parecer, quien no comulgue con las creencias de Julia es poco y mal educado (nótese que no es redundancia). Richodo, haciendo gala de un fino sarcasmo –mi apreciación no es sarcástica-, invita a seguir a Julia por las razones arriba mencionadas, claras para quien esté al tanto de su vida. Ella carga contra su formación académica y, por su parte, lo invita a que estudie más para que puedan discutir del tema. Me pregunto si se referirá a estudiar el catecismo, el moralismo cristiano, sexualidad o la diferencia entre Ponds y Avon.


Si algo puedo constatar es la afirmación de que ella no cree en los padres pederastas, recuerdo haberlo leído en alguna entrevista. El problema es que, al igual que la hecha por El Faro a Julia hace años –en la que desmentía las cifras de UNICEF sobre madres que mueren al parir como un complot para fomentar el aborto-, muchas de ellas ya no se encuentran en línea, a pesar de que los enlaces aparecen en la búsqueda de Google.


Me parece pertinente mostrarles un video de nuestra querida hablando mi…sceláneas sobre varios de sus temas favoritos. Nota: como sé que hacerle parar su audio-libro de Selecciones de Yeats en la voz de Bob Dylan, le sacaré las citas más significativas de lo que allí se discute.





- 00:59-2:21 – La disyuntiva entre discriminación y aprobar las bodas homosexuales, no sea discriminación o lo sea, ¿qué es lo que ustedes ven de fondo en eso? Yo creo de que no se trata de discriminar o de atacar a nadie, a ningún grupo; se pide que se ratifique una reforma a la Constitución (…) se pida que se defina el matrimonio entre hombre y mujer como lo es, simplemente que se proteja nuestra familia definiendo que es el matrimonio.


La definición pura y dura del matrimonio es “unión entre hombre y mujer”. Ya está, alguien leyó el diccionario. O, quizá, no. Familia, además de significar linaje o emparentamiento -¿existe esta palabra? Según el corrector, no-, implica intimidad. ¿No es la familia la instancia más íntima del ser humano dentro de un contexto social? No puede discriminarse del término “familia” a una pareja del mismo sexo solo porque, puta, uno no es de sexo diferente. Hablando de “discriminar”, significa excluir o dar trato de inferioridad a un grupo por sus creencias o aficiones. Se discrimina, pues, al negar la oportunidad de formar una familia, un núcleo íntimo, a personas del mismo sexo, Julia Regina. No me venga a mí con que usted no quiere discriminar, porque está discriminando. Nota: fíjese como repetí el verbo discriminar –y sus conjugaciones- cinco veces. Ejemplo clásico de la redundancia.


- 02:45-04:35 - Es como que dijéramos que dos personas que se tienen mucho cariño, mucho amor, van a decir que vivir juntos es un matrimonio. Los monjes que viven juntos en cierto lugar, que viven juntos alejados de todos, eso no es matrimonio (…) está hecho para proteger a la familia, a los cónyuges y a los hijos (…). Todo niño tiene derecho a tener un papá y una mamá que los ayuden a desarrollarse de manera sana y estable. (…) Lo que llama la atención también es que los jóvenes no se quieren casar, creen que está pasado de moda (…) y eso lleva a llamar matrimonio a una unión de personas del mismo sexo, lo puede llamar una unión X, pero no un matrimonio.


Papá/mamá es el que cría, no el que engendra. Siguiente.


- 5:20-6:58 – Lo que manda es el tratado internacional –sobre ley secundaria-, y lo único que manda sobre el internacional es La Constitución. Si dos personas del mismo sexo van a España a casarse, jurídicamente El Salvador debería aceptarlo como matrimonio; podrían adoptar niños salvadoreños como matrimonio (Código Bustamante). [Si se reforma La Constitución], podríamos proteger a los niños de esta manera. Los niños aprenden de padre y madre, es una cosa de orden natural.


Noticia de última hora: ¡un evento de mayor envergadura social que la peste bubónica se nos acerca! ¡Hay que proteger a los niños porque vienen los homosexuales a llevárselos!


- 8:27-9:36 – Cualquier tema que se trate de esto [en la ONU], siempre están tratando de imponer a nuestros países tratados internacionales donde se habla de los derechos sexuales y reproductivos; aquí están, supuestamente, nuevos derechos, y no se puede estar creando nuevos derechos, los derechos ya son. Cada persona tiene ya los derechos humanos, no se puede inventar nuevos derechos para ciertos grupos, eso no existe. Entre estos derechos está la legalización de la unión entre personas del mismo sexo, o, incluso, el aborto.


De nuevo, equivocada. Los derechos humanos no son inherentes al ser humano, ni tampoco la moral es universal. Los derechos humanos son un consenso internacional sobre lo que representa el mayor bienestar para el ser humano. Aún así, estos tratados no necesariamente implican la verdad absoluta. Entremos en materia de aborto, un tema que tanto le gusta a usted. Defiende que el aborto debe evitarse a toda costa, que todo ser humano tiene derecho a vivir, que es éticamente correcto. Bien, como seguramente en las boutiques de Londres estudian a Platón y a Sócrates, ejerzamos un poquito de mayéutica. Si una niña del campo, con 14 años de edad, que estudia en la escuela del cantón sale embarazada, ¿es humanamente digno que el niño venga a vivir en condiciones de podredumbre extrema, que tenga el riesgo de ser congénitamente afligido por la edad de la madre, que la niña deba dejar sus estudios para trabajar y –apenas- mantener a su hijo (tomando en cuenta que la podrían haber echado de la casa)? Lo dejaré hasta allí, si no puedo arruinarle el alisado.


Hay una segunda parte de la entrevista, pero ya revisarla es gula mórbida. Sin embargo, siéntase libre de darle un vistazo si tiene tiempo.


4. "Día del orgullo gay"? Más bien diria día del orgullo para las putas vestidas con plumas y tacones acrilicos #HeDicho – retweet, seguido de

#todoslosgaysmoriranenaceitehirviendo vv pero los amo y no soy homofobica u.u


Definitivamente, putas con acrílico + plumas = muerte en aceite hirviendo, un deseo que usted le dedica a gente que ama y que no desprecia. ¿Quiere otro aporte igual de lógico? Tire a Virgilio en esa ecuación y tenemos una chick flick de Bollywood.


5. @DdleDo ni menciones a ese Mago Ben que ha hecho pacto con el diablo, por eso el padre se suicidó, era mi amigo


¿Sabe que decía José Antonio López, hermano marista ya en las mieles de la senectud, amante de la Virgen María y San Marcelino Champagnat, profesor de religión obviamente más docto en temas de fe que usted y yo juntos de este joven? “El Mago Ben es fascinante, no hay que confundir la magia blanca o ilusionismo con la magia negra o el vudú/necromancia; hay claras diferencias, y Dios no ve mal, en lo absoluto, un talento que Él, y nadie más, le ha dado a este joven”. Zas, en toda la trompa.


Usted es una arpía insensible, ¿se ha enterado? ¿Cómo se le ocurre decir que el señor se suicidó al saber que su hijo era homosexual? ¿Cháchara de peluquería, chisme de salón? Usted y su razonamiento son la prueba inequívoca de que Dios es un ente sin menor preocupación por la cordura de las criaturas que crea. Seguramente, daría lo que fuera por andar desnuda en el Edén comiendo fruta con los leones y tiranosaurios, y le aseguro que aún así encontraría de qué quejarse y atribuir a Satanás.


Estupideces


  1. @XtianBaires MTV es una compañía diabólica que promociona el homosexualismo, no deberías seguirla // @RodRiveraE linda cierto? aqui en Londres están invadiendo la ciudad, aún más que iPad [hablando del Samsung Galaxy].

Porque en las tablets es imposible el acceso a contenido “diabólico”, como el de MTV, que para bien o para mal es un parangón del estilo de vida norteamericano que vende globalmente –al igual que el American Way of Life de los 60. Sería mas coherente que mantuviera su postura ante lo que usted considera pernicioso y los medios para tener contacto con ello porque, claro, Youjizz y Redtube, entre otros, ahora pueden ser vistos hasta en misa.


  1. @KenRiveraA me encanta que me enfrentas con insultos mas nunca con argumentos. Hablemos!

El comal le dijo a la olla. ¿Por qué? Fácil…


  1. Jajaja la zorra ya no apareció de nuevo, será que no tiene para recargar su módem prepago? jujujuju @la_rubidia

¿Ven a qué me refiero? Aquí le van otros dos:


  1. Si supieran el apoyo del Senado y la Cámara de Representantes es grande contra la unión de enfermos pervertidos del mismo sexo
  2. @La_Rubidia si son igual de finos [los homosexuales] que tú jaja no creo. Yo no tengo nada en contra de nadie, estoy en contra de las aberraciones.

“Enfermos pervertidos del mismo sexo”. Por supuesto, porque la homosexualidad es una enfermedad. No solo enfermos, sino pervertidos. Julia, una de las reglas de la crítica constructiva, que usted practica -claramente-, es poder decir esto que sostiene a la cara de un homosexual. ¿Se atrevería a hacerlo? Seguramente, empezaría a citar el cógido Bustamente, la Ley Natural, la Bibia, Kalena de Velado, Rodolfo Parker, etc. En cambio, le aseguro que a usted no dudarían en calificarla de intolerante (entre otros títulos nobiliarios que se agenciaría).


  1. @Chele_Mike @MaxAltamirano te equivocas, no es amor son deseos no sanos que vienen del pecado y la lujuria, sólo piénsalo #nosoylesbiana

Me impresiona, ahora resulta que tiene la potestad de decidir entre qué es amor y qué es lujuria. Hablando en términos de gordo que vive metido en el Internet, déjeme hacerle un mindfuck: según usted, el amor y la lujuria no van de la mano, pues la lujuria es hija del pecado; sin embargo, puede amarse con lujuria, pues ésta también significa la necesidad en demasía hacia un ente, actividad o persona. Puede amarse lujuriosamente a la pareja a través del libido, puede amarse lujuriosamente la lectura de la poesía, a Dios, ir a la Iglesia, hacer deporte, a Dios… A Dios. ¿Ajá? Entonces, ¿amar lujuriosamente a Dios es pecado? Yo no sé usted, Julia, pero acabo de embadurnarme las piernas con la tanatada de heces que salieron disparadas a presión por mi esfínter al solo concebir semejante conjetura.


  1. @AlejoDeLaO @charlie_rosales @kenriveraa @alexwendiia @djcoaster @cvalle711 no jueguen con Dios, un rayo les puede caer!

Mire qué galán, no sabía que estaba consciente de que la imagen moderna de Dios –hombre barbudo, fornido, vestido de blanco con cabellera larga y de apariencia viril- era basada en Zeus. Bien dicen que no hay que ser cura para ser instruido.


  1. @Charlie_Rosales porque odian a Eugenio Calderón? Su esposa Ana Cecilia es gran amiga mía, deja de insultarlo por favor

La gente no lo odia per se, simplemente le tiene más miedo que a la muerte. Sucede que Eugenio Calderón se ha erigido como una figura tan o más determinante que Alejandro Magno, Napoleón o Hitler, pues con unas cuántas palabras es capaz de cambiar el curso de la historia. Me extraña que usted no lo considere un mal educado, estoy seguro de que jamás le ha deseado buenos días o que llegue bien a casa, ya que él es sabedor de que la estaría condenando a un suplicio peor que el de recoger los restos fecales en los alrededores de una duela teatral del medioevo.


  1. @Hada_AZUL salimos de sus costillas, nos debemos a ellos! --> En respuesta a “Hijas... los hombres nos hacen sentir cosas ricas, pero recuerden, si fueran vitales, los trajéramos incorporados en el sistema.”

Totalmente de acuerdo. Mujeres, piernas abiertas. Ya.


  1. @ale_alonzo hablas en lenguas? Es el poder del espíritu santo en ti!!!! En respuesta a àAjsdkdakdjskajdkskateodio.

Juzgue por usted mismo, ese arameo/bretón/sumerio/ indescifrable es, sin duda, una epifanía del Espíritu Santo.


  1. @KenRiveraA: Tener carro es como tener un hijo que estudia en la UCA y no trabaja!” y encima el hijo es gay! #arrepientanseycambien

Fina. Seguramente, eso le dijo usted al papá del Mago Ben. Arpía.


  1. @cjosue sabes, no me molestan esos mensajes, porque sólo Dios es quien me puede llevar” --> En respuesta a “Matatero tero tero tero, matatero tero laaa. Que muera @ReginadCardenal yaaaaaa!!

No sé quién es Cjosue, pero me ha hecho reír inmensamente, nunca había leído una maldición tan sencilla, práctica y cómica –sé de dónde viene, eso sí-. En cuanto Julia, ojala tomara todos las injurias con tanto carácter como aquí.


  1. Estuve en Londres y luego Nueva York en un congreso mundial por la vida e hicimos actividades contra la aprobación del matrimonio gay en NY // A cenar con mi familia. Recuerdo que en Londres era una de nuestras mejores horas. Ahora de nuevo reunidos por la vacación // Este día he tenido añoranzas de cuando era niña e iba de compras a Londres con mi madre. Dios les ama // @adokstro @alejodelao @kbartiga no tengo que presumir nada, desde pequeña he ido siempre a Tierra Santa

No estoy enterado a nadie en el cristianismo, salvo el Hermano Toby y José Luis de Jesús Miranda, más megalómano y presumido de sus posibilidades que Jesús. Usted, querida, recoge el testigo hoy. Me alegra que haya viajado y vivido en Londres, a quién no le gustaría, pero mencionarlo una, dos y tres veces, sin contar las que se lo ha echado en cara a los homosexuales aberrantes y bizarros defensores de éstos es inadecuado de su parte. Si quisiera emular a Rubidia, le diría que “a nadie le interesa con quién iba a comprar esa su ropa que más parece tapicería de mueble viejo, vieja frígida”; en palabras menos altisonantes, no es cristiano de su parte presumir de las posibilidades que por cuna –y no por méritos propios- ha podido gozar….



De acuerdo, yo sé como lo quiere leer usted, mi amado lector: me importa más descubrir cómo putas ocupar el caparazón de una tortuga como preservativo que enterarme cómo usted y la alcahueta de su madre dilapidaban las arcas de su papá/marido mientras toda la gente se reventaba el hocico aquí, pavoneándose por Londres con la gracia de dos pelícanos con la cabeza metida en el culo de la otra (saludo a Gris España).


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Ya está. Me ha tomado dos semanas entregar este texto, pero entre mis desvaríos de salud y la universidad me había sido imposible. El próximo, lo prometo, será menos formalito, y creo que ya tengo el tema: El Twitter.


Chepe


PD: Si leyó hasta acá, le enseñaré a tocar el clarinete sin usar la boca.


PD Bonus: Mientras miraba las noticias, salió el corsario de la moral salvadoreña con un aporte inestimable para la democracia salvadoreña. Queda aquí.


“Esa sala, la cual dice que es inconstitucional el decreto a la ley de calumnias. Yo Rodolfo Parker, no comparto el criterio de los magistrados” – Fito Parker, enojado porque los magistrados no quieren meter presos a periodistas como yo que atenten contra su honor.


PD: Escuche a Regina cantar.




¿Qué más quiere?


PD: Me llegan rumores de que puede ser una cuenta falsa. Dios me guarde si es así.


PD: Ya pasé una tercera edición al texto, debe estar más legible ahora.

domingo, 21 de agosto de 2011

El arte de ser prescindible (auspiciado por Kalena de Velado)

Buenos días, gente preciosa. Hoy me levanté más temprano que de costumbre y, para variar, decidí leer nuestros periódicos en línea para ver de qué putas me estaba perdiendo en este sainete diario que vivimos en el país. Entre noticias de Benedicto XVI hablando más sandeces que un paciente de ciclotimia, el aumento de $6000 en viáticos a los diputados y Funes queriendo reformar la ley antitabaco para que se pueda fumar en bares y universidades –evitando así una guerra civil-, encontré un artículo de opinión de Ernesto Rivas Gallont (conocido como Areneto Rivas por los bloggeros de izquierda). Hablaba de cómo el Internet podía servir a los fines de promoción eclesiástica, tal y como han hecho los mormones con dicho medio. Me pareció muy inteligente, como suelo considerar sus textos y, rendido, pensé que no iba a encontrar nada que hiciera reverberar de alegría a mi culo. Ah, ¡cuán equivocado estaba! Un poco más abajo, me percaté de otro artículo que rezaba “Devolver protagonismo a la familia”. Al reflexionar en cuán cautivante me parecía el título, hice click en el link –ja-, y al ver el nombre de la autora y su foto, solo pude espetar, secamente, dos palabras: vieja puta.


Por supuesto, mi epifánica atribución ninfómana para esta matrona de la indecencia intelectual no podía haber sido mera casualidad o producto de mi exponencial necesidad de aferrarme a la coprolalia. Al terminar de leer su texto, mis dudas fueron acalladas: como el soldado romano al ver el espectáculo montado por la parca al llevarse a Cristo a los infiernos, reafirmé que, realmente, esta señora es una soberana vieja puta. ¿Por qué? Como hice hace tiempo con un texto en el que criticaba una homilía en San José de la Montaña, citaré por puntos las partes más relevantes de este artículo y daré mi opinión al respecto. ¡Ea!


  1. En El Salvador no existe una cultura institucional fuerte debido en parte a que no existe una cultura de familias formales, basadas en el matrimonio (…) En la Historia Nacional de Costa Rica se puede apreciar que hay una trayectoria cultural a favor de la familia, originada en el matrimonio, dando lugar a una población educada y culta establecida por un rico entorno de familias numerosas.

En otras palabras, Costa Rica le debe su estabilidad económica, política y social gracias a que hay una “trayectoria cultural” pro familia en su historia –o a través de, no comprendo. Nada tuvo que ver su desligue temprano de las alianzas centroamericanas post independencia en la que países como el nuestro hacían convenios nocivos con transnacionales, forjando su propias leyes de mercado interno y externo y administrando por sí mismos sus recursos. ¿Qué decir de su fuerte empuje por educar la mayor parte de su población? ¡Patrañas! ¿Del respeto por sus recursos naturales? Nada de eso, todo se resume en el matrimonio.


Me pregunto cómo puede asegurar la señora que el respeto a la institucionalidad esta directamente ligada al fomento de esta instancia civil. Veamos algunas cifras. En El Salvador, hubo 6,201 divorcios en 2008 (fuente: DIGESTYC)*; en Costa Rica, 10,926 en 2007 (fuente: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/25430 ). Se podría argumentar que Costa Rica es un país más grande y que la cifra es pequeña comparada con la cantidad de gente que vive allí. Se equivoca. ¿Sabe cuánta gente vive en Costa Rica según los registros del Banco Mundial en 2009? 4,578,945 ¿Qué hay de El Salvador? Según el censo de 2007, en este país vivimos 5,744,113 (cifra que, obviamente, sabemos que está muy desfasada). A fuerza de ser redundante –porque en esta vida hay gente que no capta-, ese remero de números quiere decir que ellos, que tienen menos gente que nosotros, se divorcian más seguido. Déjeme ir más allá: según http://www.teletica.com/noticia-detalle.php?id=98525&idp=1 , solo hasta mayo del presente año ha habido más de 4,000 divorcios en Costa Rica, y se especula que la cifra se doble en los siguientes seis meses a una tasa de un divorcio por cada dos matrimonios. Detesto citar estadísticas, pero qué bellos pueden resultar los números.


  1. Esta básica estructura es la clave para inculcar un marco de seguridad institucional a niveles más elevados, siendo además el hogar la mejor escuela de valores para lograr la estabilidad social tan atractiva a la inversión extranjera (…) porque lleva el ingrediente mágico: el amor, pues para enseñar y aprender se requiere sentirse amado incondicionalmente.

No sé de donde se saca –o si ella sabe qué quiere decir con- eso de llevar la seguridad a “niveles más elevados”, a lo mejor habla de inculcar esta doctrina que predica a miembros del Ateneo de El Salvador. La seguridad social e institucional se basa en el respeto al derecho ajeno, como decía cierto don nadie irrelevante para el mundo si lo comparamos con Doña Kalena de Velado. Pues bien. Voy a hacer un caso comparativo de nuestro acervo cultural comparado con el costarricense. En este país, si vemos a una prostituta –ya no se diga un travestido- en la calle esperando clientes, lo primero que hacemos es gritarle improperios o chiflarle despectivamente, con el único temor de recibir justicia por tal actitud de parte del padrote. Lo invito a hacer eso en Costa Rica y usted, aunque sea extranjero, recibirá una multa por lo menos.


¿Por qué? Podría hacer mención de que el planteamiento de esta señora es nulo gracias a las cifras antes mencionadas, pero habrá quien me diga que no importa la calidad, no la cantidad. Ciertamente, pero conozco muchas familias salvadoreñas unidas con valores cristianos –huy- en la que el padre inculca el desprecio hacia los homosexuales masculinos (recordemos que las lesbianas son ampliamente aceptadas). Cómo podrá deducir, el ingrediente mágico poco tiene que ver con la forma como se aborda a personas con dicha preferencia sexual.


3. Una tercera idea para sanar la sociedad sería recuperar la importancia de la familia entre los adultos utilizando la escuela como plataforma. Y el cuarto punto sería retomar los valores de la escuela clásica: La conciencia moral (iluminar la razón), la prudencia (aprender a hacer bien el bien), la justicia (aprender la equidad), la fortaleza (lleva a la responsabilidad) y la templanza (autocontrol) son cualidades descubiertas por los griegos y mejoradas por la cultura cristiana para forjar el carácter del estudiante.


Como la doña no le da mayor relevancia a la “tercera idea” al punto de relegarla a menos de dos líneas, yo tampoco perderé mi tiempo en ella y dejaré que caiga sobre su propio peso. Déjeme quedarme con los descubrimientos de los griegos a quienes, según nuestra escritora favorita, les debemos la moral, la perseverancia, las buenas costumbres y hasta el control del esfínter.


No soy filósofo ni me esmero en serlo, pero sé que no puede haber parangón entre las definiciones arriba dadas de cultura a cultura. Es inconsecuente. Cada sociedad ha forjado su idea de equidad (estratos indios* desembocando en los “intocables”), conciencia moral (ir a misa todos los domingos, entre otros rituales, por parte de los católicos), justicia (inculcar el culto a Alá bajo cualquier consecuencia), autocontrol (vida de celibato y reclusión por parte de los tibetanos) y la fortaleza (salir con un hígado funcional de una cantina irlandesa en el Reino Unido). Hacer una generalización de estas no solo sería uno de los más grandes atentados de la globalización hacia la autonomía cultural, si no que fomenta la cultura de “mi verdad es mejor que tu verdad”.


Resulta un tanto ridículo que esta mujer, por lo anteriormente mencionado, asuma que el cristianismo ha mejorado estas cualidades. Empezando porque la Biblia no es un libro original en su mensaje (salvo el de amar al prójimo como a uno mismo). Todo el mensaje pregonado por Jesús de Nazaret no es más que una recopilación de lo bueno de otras culturas religiosas. Además, ¿mejorado para quién? Olvida que la religión es el método de control social más poderoso que existe, y aunque en esta perspectiva ella tenga razón, la soltura con que disemina que el cristianismo ha perfeccionado tales no es más que una gamberrada de fanatismo religioso.


  1. Una educación para ser Integral debe ser Ética. Por eso la educación sexual integral “consiste en la consecución de un conocimiento adecuado de lo que es la sexualidad, que va desde su desarrollo hasta la culminación del encuentro físico entre un hombre y una mujer, que apunta hacia la madurez psicológica y la plenitud de la persona (…)” (Enrique Rojas).

Muy bien, a lo mejor tenga razón en este punto. A fin de cuentas, la actividad sexual prematura y sin mayor formación puede desembocar en… ¿perdón? ¿Ah, sí? Acabo de recibir una llamada de Galadriel, mi secretaria personal, recordándome de cierto personaje histórico que se casó a los 13 años y que terminó haciendo revuelo –nada importante, claro- en Sur África y en la India: Mohandas K. Ghandi. Ciertamente, alguien poco maduro y pleno. Comprendo qué quiere dar a entender esta señora, pero no puede justificar sus argumentos en que el cristianismo tiene las respuestas de todo, y que el mejor catalizador de estas ideas no es mas que la educación sexual y la familia unida. Mucho menos, ocupar el concepto de ética de manera tan libertina junto a semejantes sandeces.


  1. Parafraseando al ahora beato y al pensador Tomás Melendo, podríamos sugerir: “Cual es la familia, tal es el centro educativo, porque así es la persona”.

Por la gran puta, la única idea cuerda de este papiro de heces es una cita ajena. Pues sí, estoy de acuerdo con ello salvo en un detalle, que espero estar entendiendo mal. Si lee la cita completa del párrafo (que no pondré aquí por razones de cordura), ella da por sentado que así como es la familia, así es el centro educativo. No, no, no. Bajo ese argumento, el colegio San Francisco, afamado por los demás centros privados como la “letrina de expulsados” (lo siento por alguna pantera que lea esto; no comparto esta idea, solo la plasmo y estoy seguro de que están familiarizados con ella) consta de grupos familiares de peor calibre que un cártel de narcotraficantes. Asumir como dicha idea es una irresponsabilidad para el responsable de proveer una regulación educativa que prepare de la mejor forma posible a los salvadoreños: el gobierno.


¿Por qué el gobierno no educa a la gente como se debe? Porque eso los haría pensar. Pensar es muy malo. ¿Cree usted que le conviene a ARENA que sus militantes sepan las atrocidades que hicieron para “defender a la patria”? ¿Qué tal los militantes del FMLN al darse cuenta de cuántas familias lloraron por sus familiares muertos después de pagar infructuosamente los rescates? No me hagan dar un estimado, siquiera, de cuánta gente votaría por Rodolfo Parker (pista: se pueden contar con las orejas de su cara, y una de ellas no es necesaria). Al gobierno le aterra que la gente lea y, sobre todo*, que tenga habilidades cognitivas. No nos quedemos allí: aunque se construyan escuelas y se provea de docentes capaces, la gente no manda a sus hijos a estudiar porque es más conveniente y necesario que trabajen para poder sustentar las necesidades del hogar. Es un círculo vicioso –soy tan predecible- al que nuestro ministro de educación y arcipreste de los derechos de los salvadoreños, Salvador Sánchez Cerén, buscó resolver brindando uniformes y útiles escolares a familias de escasos recursos. Como no puede ser de otra forma, hay mucha gente que aún sigue esperando su paquete escolar.


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Me parece risible que esta señora tenga licencia de escribir junto a Neto Rivas que, si bien no es un hombre cuya totalidad de ideas irradien intelecto a borbotones, al menos es cuerdo y escribe honestamente. Esta mujer, en cambio, es una cachiporrista del cristianismo, haciendo maromas para recibir el aplauso fácil de compradores de periódico buscando su cuota de moralidad en sus textos. Cuando un artículo tiene la credibilidad de un pasquín de Condorito, la nebulización con cloroformo es un deber.


Chepe


* Tuve que recurrir a esta fecha porque en este país nos actualizamos cada lustro.

* Nunca utilice hindú como gentilicio de India, pues ese término es reservado para quienes practican el hinduismo y, verá, no todos son hindúes en ese país.

* Recuerde que debe escribirse separado. “Sobretodo” es un abrigo que cubre todo el cuerpo.

jueves, 11 de agosto de 2011

El Salvador, hoy (parte 4)

Buenos días, mis bienamados y bienamadas. Antes de que broten los reclamos, sí: faltan la segunda parte sobre los hombres y la cuarta de la educación, y quién sabe qué putas más. Parecerá excusa, pero sufro en carne propia las mieles de trabajar en la madrugada por unos cuantos dólares más. Por supuesto, como un estudiante de comunicaciones de cuarto año, debería estar buscando un trabajo social y profesionalmente más rentable y gratificante, pero en este país somos tan animales que exigimos experiencia laboral al recién graduado, y a menos de que para eso cuente trabajar en Starbucks o volarse la gallarda paloma –ambos trabajos loables-, entonces estamos jodidos.


A eso, precisamente, va mi entrada de hoy: cómo la mediocridad se eleva por sobre los cánones de la decencia. Debo aclarar que no solo me refiero a esta en cuanto a destrezas laborales , sino también intelectuales. ¿Quién putas soy yo para sancionar los siguientes decretos? Pues bien, si Dios fue capaz de abandonar a Jesús mientras pendía de la cruz, si hay público para ir a ver Los Pitufos y si la muerte aún sigue jugando al ajedrez con Castro, pues entonces el más preclaro de los gordos cerotes –léase: yo- tiene tanta potestad de hablar majaderías como la del dólar de residir en la faja de una bailarina del LIPS. Comienzo.


Mediocridad laboral


Para que usted se dé cuenta de qué tan tóxica es la idea del salvadoreño vulgar –redundancia, lo siento- a la hora de evaluar su ambiente laboral, es pertinente mentalizarse en que el ascenso (al igual que los aumentos salariales) no se consideran escalones en tanto que dádivas. Un ejemplo de esto es escuchar a la vieja puta con personalidad de trapeador que tiene a su lado hacer el escándalo diario sobre cómo, después de trabajar durante 40 años en la misma compañía, no ha hecho más que archivar documentos en un escaparate. Que nunca se apreció su valor en la empresa. Que su conocimiento de la logística (palabra que seguramente aprendió en alguna telenovela) del entorno la haría una excelente supervisora. ¡Ea! Un papagayo con un ancla en el culo hundiéndose en ultramar resultaría menos grosero.


No nos quedemos con este modelo, que hay otros peores. Enfoquémonos en el periodismo salvadoreño. Desde antes de la guerra, esta disciplina –ojo, que no ciencia, necedad que cierto cabrón estúpido establecería como perogrullada ante mis compañeros de clase- se ha ocupado para dar acogida económica a aquellos que por deficiencias intelectuales o económicas no pudieron ejercer estudios superiores… en el caso de haberse graduado de bachilleres. En un país tercermundista como este, con el conflicto armado cocinándose, Monseñor Romero descendiendo al averno y el clima político enervándose, no es raro que la rebusca por un empleo que satisficiera las más básicas necesidad de supervivencia dirigiera a muchos al periodismo. A fin de cuentas, ¿qué cuesta irse a parar frente a una pila de muertos, preguntar a unos cuantos qué paso y hacer una nota periodística? Sin menospreciar este tipo de acercamiento, que en un contexto tan peligroso como el ya establecido era casi como firmar el suicidio, reconozco que es un sistema que debió haberse abolido –o, al menos, reducido- luego de terminado el armisticio, no porque no sea efectivo, sino porque se necesitaba un tipo de periodismo más profundo, deliberado y libre de tendencias radicales adquiridas durante las últimas dos décadas.


Por desgracia, los mercenarios de la pluma siguieron brotando durante los noventa y aún en la pasada década, alimentados por los fósiles remanentes del caso anteriormente expuestos. ¿Quiere encontrarlos? No vaya muy lejos, solo fíjese quiénes dirigen dos de los grandes periódicos del país con tendencias políticas muy diferentes: Francisco Valencia, del Diario CoLatino, a quien debería rebautizarse como Bob Esponja en honor a sus buenas intenciones con poco menos que torpes resultados; mientras tanto, en el Diario de Hoy, tenemos a Enrique Altamirano, con un acervo cultural envidiable pero con el sentido común de un mascón para retrete. Ambos, vistos por sus respectivos apóstoles, como héroes del periodismo. Apóstoles, por cierto, que siguen ocupando la palabra bizarro como sinónimo de extraño. Para su información, porque a lo mejor usted tampoco lo sabía, bizarro significa valiente. Ya ve, aprendió algo nuevo en este relleno sanitario que manejo.


Mediocridad Intelectual


“Habilitar el matrimonio entre personas del mismo sexo sería romper las últimas líneas de defensa moral de la sociedad salvadoreña” – Rodolfo Parker dixit


Estoy consciente de que Rodolfo Parker es uno de mis fetiches, pero no porque piense que el tipo es un completo idiota. No quiero parecer blando, a lo mejor el hombre tiene alguna característica redimible; desgraciadamente, cada vez que opina sobre algo tiende a dejar sus habilidades cognitivas en seria evidencia. El tema de las uniones entre parejas homosexuales es un termómetros intelectual bastante fiable. Pregúntele a su conservador más cercano qué piensa del amancebamiento gay, y luego sobre el matrimonio: será como haberle dado palomitas de maíz con fulminantes.


Hace un par de meses, mientras estaba chupando yo solo en el Friday’s, tuve el honor de asistir a un convite de ilustres trogloditas que se encontraban en otra mesa, quienes discutían y razonaban a un nivel tal que ni la intromisión de un Deus Ex Machina hubiera logrado detener semejante eclosión de astros. Le presento, de la manera más íntegra que pueda, el evangelio de esta pléyade de semidioses:


Mujer 1: Ay, no. Es que cómo se está poniendo de moda eso de hacerse gay vea.

Hombre 2: Puta, de plano que sí. No hace poco el Charlie salió culero.

Hombre 1: Men, desde que me di cuenta ya no lo puedo ver a los ojos.

Mujer 2: Y no solo él, mira la Tita, acordate que después alli salió con esa su noviecita…

Mujer 1: Ah, pero eso es pasable; o sea, entre dos mujeres está bien, pero ya entre dos hombres…

Hombre 1: ¡Es que da asco!

Mujer 2: ¡Cabal!



Gloria y honor a ti, señor Jesús.


No quiero hostigar más reescribiendo esa tupida plática, pero la conclusión llegó cuando, en unísono, proclamaron el axioma de poco ornato de que está bien que vivan juntos, pero jamás que sean reconocidos como un núcleo familiar oficial, y mucho menos que se les deje adoptar niños. Razones –palabra ocupada con mucha soltura-, varias: que faltaría la figura materna/paterna, que el niño/a se haría homosexual, que sería una vergüenza en el colegio, qué pensaría el Vaticano, que habría confusión al ver a los demás compañeros. Cháchara. Esta misma gente es la que sostiene que los homosexuales no podrán estar a la diestra de Dios. Ah, mire qué vergón. O sea, ¿Dios los crea y después los manda a la mierda? Hay quien se excusa de que está en la Biblia y –¡no más!- desde el Antiguo Testamento, especialmente en libros como el Levítico y el Deuteronomio. Para el Aníbal de turno que siquiera espete semejantes estupideces, cabe recordarle que el Dios mostrado en ambos testamentos es muy diferente; bipolar, si lo quiere más chic. Pablo de Tarso no cuenta para mí, porque un cristiano que se precie de seguir a Jesús no necesita de un “perfeccionamiento” de su doctrina porque, a fin de cuentas, ¿no es suficientemente perfecta su enseñanza al ser el hijo del Altísimo? Hay quién dirá que el término "adulterio" se aplica también en relaciones homosexuales a lo largo de la Biblia, pero eso ya es meterse en batallas semánticas que, obviamente, no ganaré.


Lo triste es que el fanatismo religioso (mal llamado ética en algunos ambientes universitarios) se está extendiendo hacia la medicina. Nada nuevo, a fuerza de ser honestos, pero peligroso. Caer en un nuevo oscurantismo científico solo porque Dios se va a enojar sería un error descomunal. Un buen amigo mío, con una retentiva envidiable y un excelente desempeño en su génesis hipocrático, publicó en Facebook un artículo en el que se hablaba sobre cierta manipulación genética que podría ayudar a combatir enfermedades de toda índole (no recuerdo bien los beneficios). Comentó, debajo de su misma publicación, que reconocía la relevancia de dicha investigación pero que, a su vez, no era correcto porque era jugar con lo que no nos incumbía. Un par de sus compañeros le hicieron el ídem y hasta un catedrático aportó un genial “por que pueda hacerse, no necesariamente debe hacerse”. Me encantaría haberlo puesto tal y como sucedió, pero cuando comenté “Galileo Galilei te manda saludos de parte de la Inquisición”, mi amigo borró la publicación. Él sabe que lo aprecio bastante, pero no tengo ningún inconveniente en citar este pasaje para efectos de comprensión.


El salvadoreño se precia de ser trabajador, ¿sabe? A pesar de que detesto la exclusividad continental del gusto hacia el trabajo, me parece aún más repugnante escuchar la vanagloria regional por tener los mejores centros comerciales. ¿Tiene idea de cómo le vendieron El Salvador a una muchachita colombiana? “Un Estados Unidos, ¡pero en chiquito!” (sin aras de ofender, pues fueron sus papás, también colombianos, los que hicieron tal recomendación. Noten hasta qué punto estamos transmitiendo nuestro gen orate). Los monstruos que suelen defender a El Salvador como el mejor país de Centroamérica por la razón antes mencionada a lo mejor no caen en cuenta de que el turista promedio viene a estos países a explorar fauna y flora para ellos solo conocida en postales o fotos; claro, estos emires son los que rendían pleitesía por el rostro de Ramón Valdés (Don Ramón) para acabar con las extorsiones de las maras.


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Permítame dejar el texto hasta aquí, mi cabeza no da más. Prometo escribir más seguido, para quien aún esté interesado.


Chepe


PD: Aunque no le importe, me siento increíblemente feliz de haber vuelto a escribir. No es sarcasmo: en mi estado, consideraba imposible hilvanar un texto de esta extensión de nuevo. Gracias por leer.

viernes, 3 de junio de 2011

La educación en El Salvador, parte III

Después de un curso que hice en la ESEN para hacerme economista por mandato divino de mi bisabuela, que aún vivía, decidí estudiar lo que de verdad quería: Comunicación Social en la UCA (decisión que por obra y gracia del espíritu santo no mató a la nonagenaria antes de tiempo). En mi carrera he tenido profesores muy buenos, regulares, poco destacables y muy malos. De hecho, decidí escribir esta chanfaina porque pensé que una profesora que respeto mucho estaba intentado que le presentara un trabajo mediocre al pedirme que lo redactara con “términos pedestres”. A pesar de que me sentí increíblemente frustrado, traté de mentalizarme con que estaba intentando ayudar a mi grupo a obtener una mejor nota, o algo parecido. No obstante, no podía quitarme la idea de que se me estuviera pidiendo semejante herejía.


¿Acaso la huevonería aborda a los profesores más talegones? A lo mejor, pero existía otro factor que no había tomado en cuenta: menosprecio hacia los alumnos. Para este caso parecía encajar a la perfección ya que mi profesora había sacado un postgrado en Chicago, lo que supone exponerse a otra cultura académica. Por un par de días, mi conclusión se afianzó como un placebo para alimentar mi corazonada de ser un alumno menospreciado, minusvalorado y todos los adjetivos lastimeros que se le ocurran. Reza un dicho que aquel que escupe al aire termina con el salivazo en la cara –en mi caso, y después de casi dos semanas sin hacerlo, me masturbaba acostado boca arriba en mi cuarto cuando terminé con una mascarilla facial-, y no hay mejor analogía para la epifanía que se abalanzó sobre mi cabeza… y cara.


Recordé a todos los profesores realmente malos que he tenido y las razones por las que de verdad eran terriblemente poco calificados para la docencia: renuencia para llegar al salón, pasotismo a la hora de dar las clases, estándares de calidad a la altura de las fosas de las Marianas –léase: el punto más bajo del océano-, y demás ignominias contra el intelecto. No había explicación lógica a dichos comportamientos porque el que quiere ser profesor universitario sabe a lo que se está metiendo, por lo general. Miré a mi alrededor, entonces, y me di cuenta.


El problema no era mi profesora, o todos los orates que han caído dentro de los vicios arriba mencionados, sino los estudiantes. Antes de que considere mi conclusión más desvacilante que meter la verga parada en una cubeta con hielo, permítame prometerle una buena explicación en la siguiente entrada de esta basura, pues ya me agarró la tarde para el trabajo. Créame, trabajar en la madrugada, lluvias tan repentinas y los chascarrillos de Funes en el trono presidencial –de lo que no pienso escribir porque mi opinión no serviría de nada, además de que ya varia gente en redes sociales y demás medios hizo el escándalo- es tan desgastante que me siento peor que el papel periódico que ocupo para recoger la mierda de mi perro.


PS: Ya edité mejor esta entrada, estaba plagada de horrores ortográficos así como palabras omitidas.

martes, 24 de mayo de 2011

La educación en El Salvador, parte II

La otra gran mentira tiene dos lados: los profesores y el sistema educativo. Si comparamos las materias que tanto el Liceo Salvadoreño como el Externado “San José” imparten durante los doce años que uno funge como su prisionero, encontraremos muchas similitudes: física, matemática, química, sociales, lenguaje, etc. Es más, algunas de ellas sin impartidas por el mismo profesor en ambas instituciones en bachillerato, como física, química y matemáticas. La gran diferencia radica en como estos profesores se desempeñan en uno y otro colegio; en el Externado, si pregunto por “Mingo”, “Charlie” o Monzón –decanos de las materias antes mencionadas- me responden con alegría que son de los recuerdos más bonitos que tienen, que aprendieron dichas disciplinas con fervor patrio bajo el fomento intelectual. Si me preguntan a mí, y lo diré en el mismo orden en que están listados, uno estaba más preocupado en “culturizarnos” en el rock progresivo y su disco duro con más de 200 Gb de pornografía, el segundo pronunciaba la palabra “sexo” cada trago de saliva y el tercero… hizo lo mejor que pudo.


Sin embargo, no es este fenómeno el que me hace envidiar a los pericos. Para quien haya estudiado en el Liceo Salvadoreño al menos hasta el año 2007, sabrá que la materia que nunca salió del itinerario anual fue Religión. Perfecto, colegio católico mariano. Como las matemáticas, uno supondría que la progresión natural de una asignatura como esta sería inmiscuirse más y más en asuntos teológicos que dieran armas al alumnado para defender y entender su fe. ¿Le cuento un secreto? Durante 12 años, ocupamos el libro de Santillana de dicha temática y no recuerdo haber aprendido absolutamente nada. Ahora, quiero aclarar que yo era alguien muy católico, y esta materia me la pasaba por los huevos de lo fácil que me resultaba. Mi interés era genuino, pero cuando todo lo que vas a aprender es que Dios es bueno, la Virgen su madre y los santos no adoran, si no que se veneran… En el Externado, comienzan a estudiar filosofía desde no me acuerdo qué grado. Puta, ¿es necesario que diga más?


No sé si será la irrupción de las niñas o si los hermanos maristas y profesores reflexionaron sobre la mierdera formación que estaban dando, pero ahora ya hay clases de baile, corte y confección, estética avanzada, kinder… ¡y hasta es bilingüe ya! ¡Ah no, pues sí, chis pues puta! ¿Qué hay de aquellos compañeros que tuve que sufrían con inglés y que salieron sabiendo poco menos que nada? Con profesores como Ulises Cuéllar o Julio “Comoputasseaelapellido”, estar en una academia aprendiendo aparte el idioma era de rigor. Algunos dirán que alguien que estudie en el Liceo y no se preocupe de fomentar por sí mismo sus propias actividades extracurriculares cae en la irresponsabilidad. Para el troglodita estúpido imbécil que se atreva a hacer semejante afirmación, tenga en cuenta que no todo el que va a dicho colegio llega en helicóptero, ni es hijo de diputado, narco o empresario, que pagar 90 dólares mensuales doce veces al año (porque Noviembre, aguanta, lo cobran dos veces) no es ningún chiste, especialmente cuando hay más de dos miembros de la familia dentro del colegio. Aún así, para mí todo estaba bien. No había nada mejor que ser león.

lunes, 23 de mayo de 2011

La educación en El Salvador, parte I


Estoy consciente de que al escribir este artículo, posiblemente me eche tierra encima de mis aspiraciones académicas y laborales, pero si ya tengo a medio Tabernáculo detrás de mi trompeta gástrica (léase: culo), no veo como podría irme peor. Para aquellos que hayan leído mi blog desde el principio, sabrán que estudio Comunicación Social en la UCA, y si no me equivoco se cumplirán ya casi tres años desde que escribí esa trilogía de entradas –cuando de hecho la gente departía en este expendio. Quisiera escribir un poco sobre mi experiencia educativa hasta el momento, porque hoy tuve una experiencia un tanto desagradable para mi gusto. Advierto que este post no sea como los anteriores por que es más un lloriqueo, pero si deciden leerlo, por favor aguántenme, les prometo darles lo que les gusta después de esta.


Estudié en el Liceo Salvadoreño toda mi vida, sin dejar un año y sin mayores complicaciones. Entre los míos, destaque por ser el niño del coro –puedo cantar, ¿y qué putas pues?- y por no ser tan pendejo para las clases, aunque no en línea con los genuinos intelectuales de mi promoción. Este colegio siempre se ha visto como uno de los bastiones de la educación salvadoreña, con formación integral en los valores cristianos y profesionales bajo la infatigable devoción de los hermanos maristas. He aquí la primera gran mentira.


Sin menospreciar a mis compañeros, que muchos de ellos son excelentes personas y estudiantes, puedo asegurar de primera mano que mucha gente que salió conmigo representaba a la palabra “vivián” mejor que Rodrigo Teos. Individuos con pocas luces más preocupados de fortalecer su hígado que sus cerebros. No me quiero centrar en eso, sin embargo. Tuve profesores muy buenos y otros muy, muy malos. Execrablemente malos. Pusilánimemente malos. No tuve contacto directo con un hermano marista hasta que llegué a noveno grado… porque le tocó darme clase de religión. De lo contrario, los hombrecitos guardados en sus cuevas. Platicando con amigos que salieron de otras instituciones maristas, se quedaban incrédulos al comentarles este fenómeno porque “sus hermanos” siempre pasaban cerca de ellos. ¿Qué podía ser diferente? ¿Por qué la única forma en el Liceo Salvadoreño para conocer a un hermano marista era ser remitido a la dirección o participar de un grupito menor llamado REMAR –cuyo hermano encargado, al irse a Guatemala en “misión de fe” tiempo después, renegó de sus votos y decidió casarse-?


Muchos años después, con mi hermano recién metido en séptimo grado –se pasó de La Asunción- y el testimonio de madres que aún tienen hijos allí, me di cuenta del por qué no interesaba a los hermanos maristas codearse con el alumnado.


Hasta hace poco tiempo, en el Liceo solo había hombres. En los demás colegios había hombres y mujeres. Mujeres. ¿Se dan cuenta? Resulta que hoy, como abundan las centrales lecheras en mi ex colegio (léase: chiches), los hermanos se han puesto las pilas para erectar los valores cristianos y marianos tal cual astas de bandera. Que conste que no sugiero ninguna falta a los votos de castidad, pero hay que dejarse de mierdas y recordar que los hermanos maristas son hombres con testículos y hormonas plenamente funcionales: como dice una canción que me fascina, “la verga es terca”.