domingo, 8 de junio de 2008

Buenos días. Usted acaba de cometer un error. Quizás, no. Es posible que aquí no encuentre fotos de sandalias sucias y abandonadas -que simulan ser futuros Pulitzer- ni mucho menos poemas más retorcidos que las carreteras que usted se imagina mientras maneja ebriamente por la Alameda Juan Pablo II. ¿Qué va a encontrar aquí? Ni yo sé, para serle sincero. Si le gusta el blog, me alegra; de lo contrario -y no haré mención de su esfínter- lo siento mucho. En caso de que el fetichista deseo de dejar un comentario le invada su cabecita, es libre de hacerlo. Es permitido, también, canonizarme con "pes y erres" en caso de sentirse ofendido por alguna entrada. Créame, tengo un gran sentido del humor, hasta con eso. Amén.

1 comentario:

Oo dijo...

"Hábleme cuando lo miro"