domingo, 27 de febrero de 2011

Las mujeres

Ah, maravillosos los días que hemos vivido en la gloria y gracia de Dios Padre: el Espíritu Santo ha bajado durante este mes haciendo vociferar a más de algún ebrio en lenguas indistinguibles pero no por eso menos legítimas. Por supuesto, la benevolencia del Altísimo que, por desgracia, no puedo ocupar en menesteres políglotas, la he tenido que gastar en pensar –y mucha mierda. Así, pues, me puse a delirar sobre hombres y mujeres, animales que resaltan en las campiñas del Señor por el grandioso don del raciocinio. Ya que menciono eso de los dones, se me ha venido una memoria a la cabeza: en mis primeros años del Liceo Salvadoreño, entre Preparatoria y tercer grado, recuerdo que para las fiestas de la cirrótica experiencia de los Apóstoles –Pendejostés, por supuesto-, nos daban a cada uno un papelito con uno de los siete dones del Espíritu Santo, los abríamos al mismo tiempo y, por supuesto, recuerdo los cuatro que me salieron: consejo, sabiduría, inteligencia y temor de Dios. ¡Arre, pues!


Metiéndome de lleno en el tema –y haciendo énfasis en el título de esta entrada, cuya sutileza e ingenio resulta revolucionaria para la literatura española-, voy a dedicarme a hablar de las mujeres, pero antes de sentar algún axioma para mi tesis –o sandez, lo que más le surta- partiré del hecho de que la mayoría de hembras salvadoreñas están bien enraizadas en el estereotipo de mujer, o sea: dócil, conquistable, dulce, et al. Ya se hace la idea. Así, pues, sentemos la siguiente máxima:


LAS MUJERES QUIEREN SER HOMBRES.


Si no cerró el blog de vergazo al leer eso, déjeme justificar semejante estupidez –según usted-: desde los movimientos feministas de mitad del siglo pasado, las mujeres han buscado la igualdad de género en todo ámbito posible, eso nadie lo niega ni condena. Sin embargo, algo se descuanchinfló en el proceso, y de un algo tan natural como la búsqueda por la relevancia social, las mujercitas han buscado parecerse más y más a los hombres que las han venido relegando a los sacrosantos prados de Satanás desde que las concepciones judeocristianas sobre ellas invadieron al resto de Europa por medio de la llegada del cristianismo. ¿Qué tiene de malo eso? Pues nada, en realidad. El problema está en un fin más barriobajero que Willie Maldonado, amparado en la heroína, hablando sobre cómo los homosexuales son la causa directa de las paupérrimas tasas de natalidad europeas. Así, pues, sentaré la segunda parte del mandamiento antes estipulado:


LAS MUJERES QUIEREN SER HOMBRES… PERO VUELVEN A SER MUJERES CUANDO LES CONVIENE.


  • Las mayúsculas no implican relevancia, sucede que estoy gritando como idiota enfrente del monitor.


Probablemente, usted no me cree, pero basta observar a una mujer que se autodenomina “moderna” para darse cuenta de tal afirmación. Ahora, bien: debo insistir en que cada humano, sin importar su género, es una dualidad de actitudes –y hormonas- que conlleva a diferentes emociones según la situación… pero no seguiré, lo voy a dejar hasta allí porque extenderme sobre ese tema tendría visos de inteligencia y debo mantener este espacio lo más rascuache posible, me basta con que entienda la idea de que me parece normal un fenómeno como tal. Sin embargo, no es lo mismo una dualidad que una total personificación de estereotipos, y déjeme ponérselo con un ejemplo Bíblico, como a usted le gusta:


Jesús, el sinónimo de amor en la tierra, mares y Vía Láctea es una dualidad, ya que por un lado me está invitando al reino de los cielos pero, por otro, me cuenta el Apocalipsis que regresará para invocar a todas las pesadillas imaginable a salir de mi culo –y del mío, nada más, por ser tan pecador-. Sin embargo, todo eso es para que lo amemos incondicionalmente, y aún en su glorioso despliegue de fuegos artificiales en el Día del Juicio, no deja de ser el buen Jesús –una dualidad, pues… o leve caso de esquizofrenia. Imagínense que quisiera ser como Satanás, allí sí sería para preocuparse.


Las mujeres contemporáneas tienen esa maldita maña de llevárselas de “mamá de Tarzán” –por no haber analogía más certera-, y se envalentonan aún más cuando un hombre se pone en camino de sus deseos, porque ellas no se van a dejar discriminar por un hombre, y le van a hacer ver que son mejores que él. Eso está bien, siempre y cuando se haga bajo argumentos razonables. Sin embargo, aquí radica el problema: las mujeres se ponen “dime que direte” con nosotros pero de una forma bastante especial: si nos quedamos callados, es que ellas se han impuesto ante la “discriminación”; si les respondemos, hasta nos van a topar a la Procuraduría General de la República o cualquier dependencia que nos pueda cortar los huevos por decir “no”. De nuevo, en ningún momento estoy diciendo que no haya menosprecio, pero estas situaciones se dan en cualquier caso posible, y estoy seguro que a cualquier hombre le aplauden las nalgas cuando ve entrar una de estas amazonas en su cubículo.


Es en estas instancias cuando las mujeres toman su rol de desprotegidas, dando un serio contraste con el Hulk que acababa de arrasar con el despacho y dignidad del pobre hijueputa contra quien arremetieron. Las mujeres apelan a que nadie las comprende, que están solas en este mundo sembrado de vergas y que a cualquier contra argumento se les está viendo de menos por ser mujeres, porque es un hombre el jefe, que porque la esposa lo ha de tratar mal, que aquí, que allá. Y a llorar. Y a comer sorbete.


No crean, sin embargo, que esta tontería se estanca solo en lo arriba planteado, también se puede observar en las relaciones. Puta, escuchen a sus novias, queridos congéneres en la genitalia: ellas dicen que los dos forman un solo ente ente –ajá-, que los dos deben velar por el futuro de la pareja, pero si algo sale mal, es culpa del hombre por ser un insensible, tonto, corto de visión, y demás. Es más, una mujer vive tan en el pasado que aún cree que el hombre debe iniciar la relación, porque Dios la salve de las redes de la prostitución si ella llega a declararse primero. Pero si nosotros no lo hacemos, “no tenemos huevos” o no las queremos suficientes. Ve, qué bonito. Yo no sé si ustedes se dejan mangonear así –seguramente, sí, las mujeres son tan brujas que con un beso bien puesto consiguen lo que quieren- pero a mí no me andan con esas mierdas. Si de verdad siento la necesidad de decirle a alguien que la quiero para mí, pues lo hago y ya está, y si no, espero señales para estar seguro… y si ella me lo quiere decir, pues para mí mejor, la voy a apreciar aún más por haberse sobrepuesto a los estigmas sociales para estar conmigo. Aunque dudo mucho que después de este articuliche eso vuelva a pasar algún día.


El gran problema de las mujeres no es más ni menos que aún no se han creído que la sociedad las puede llegar a tratar bien. Todas las luchas de mitad de siglo pasado por la igualdad se han venido al traste por estas rameras templarias que creen que la única forma de “derrotar” al hombre es siendo como él. Claro, no dicen nada cuando un monumento a la belleza asciende puestos en una empresa solo porque tiene tanta chiche y culo como para tres vidas y media. Esto no es una generalización, claro, porque conozco mujeres muy centradas y que saben como moverse inteligentemente en la vida. Ahora, quisiera continuar –y quizá lo haga cuando regrese del trabajo-, pero ya es hora de ir a maquilear.


Y no crean, la siguiente entrada es dirigida a los hombres.


Chepe


PS: Siento haberme tardado más de tres meses… pero puta… he estado tan atareado en el trabajo y con mi mujer –ja ja- que no me había quedado tiempo de predicarles la buena nueva, pero más vale tarde que nunca.


PS: Si puedo, extiendo y edito más esta entrada cuando regrese, siento que ya les debía algo (si es que todavía esperan de este lugar, como el tipo que me dijo que no sabía escribir en un comentario hace poco).


PS: Lo de los vientos que menciono al principio es porque esta entrada iba a salir en noviembre, cuando estaban arreciando los nortes. Preferí dejarlo porque me gustó, ¿y qué?


PS: Debo aclarar, no soy misógino, solo bien pendejo.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, Chepito, yo de verdad esperaba que fuera a ser una entrada más larga. Me emocioné cuando comencé a leerlo y me puse triste como cuando se acaba el $1.50 que me costó subirme a la rueda de la feria don Rúa después de no haber paseado más de dos minutos. Pero ya qué, ya me imagino cómo andás de atareado porque no sos el único y a veces los webos cómo le pesan a uno (en sentido figurado, no sé si a vos te pesen literalmente (?))... En fin, no todas las mujeres somos así (como que ya me delaté (?)), ¡digo, pues, pero me puedo equivocar! Lastimosamente, es bien común ver eso que vos pones.

Ruego yo a la Virgen Santa, el ejemplo de lo pendejamente sumisas y virginales que debemos ser las mujeres (no sé si se lea reduntante pero me vale verga), que algún día hombres y mujeres seamos menos cerotes en las relaciones y en el ámbito laboral. A mí me encachimba francamente el que se piense que igualdad de género se traduzca en quererle pasar por encima a los hombres (también yo incurro en la tentación de cometer este pecado, pero me abstengo en la medida de lo posible porque me puede salir el tiro por la culata), o que por otro lado, veamos un montón de bichas "machorras" para comportarse y hablar (aviento pedrada y yo tambien peco, ni modo), pero que andan enseñando el culo y la celulitis con sus minifaldas rosaditas y su Blackberry comprado en las Pulgas. O me emputa más aún el lenguaje de género. COMO SI UNO LOGRARA CAMBIAR EL MUNDO POR HACER LAS ORACIONES MÁS LARGAS CON "LOS" Y "LAS". No digo que no esté bien, pero en honor a la verdad y mis ovarios me ha parecido una inutilidad. A mí me vale verga que me llamen cerotE mientras y tenga la misma oportunidad (ojo, esto no equivale que siempre y a puro tubo vayan a darme todo lo que quiero) que un hombre para los distintos aspectos de la vida (ajá, trabajo, estudios, etc.).

Pero claro, es sólo mi humilde opinión y de verdad espero que pongas la otra entrada. Sería imposible abarcar algo tan complejo como los hombres y las mujeres en una enciclopedia, y eso que lo único que los distingue a simple vista es que uno tiene un pito y la otra tiene cuca y tetas. Saludos.

GaardCeteru dijo...

Ya veo que vienen las blogeras cuma en mano: Cerdo machista, verguiador de mujeres, retrogrado!

Si, tenés razon. Yo me he fijado bastante en eso; varias mujeres aqui son asi como extremos opuestos, están las que creen que nacieron pa criar hijos y hacer la casa, sin más deseos de superacion que acompañarse de un maje pistudo y irse y las que creen que hasta bañarse es un invento de una terrible organizacion anonima de onvres malvados del mal que tienen su conspiracion patriarcal, que ellos deberían quedarse a criar y a arreglar la casa y ellas deberian quedarse a... a... a algo.. bueno.. a protestar por otras cosas hasta donde yo comprendo; porque de cosas como protestar x tener salarios mas bajos que los hombres en la mayoría de rubros no se han quejado aún.

(Te dejo este link: http://eselespantapajaro.blogspot.com/2008/11/feminismo-e-idiotez.html
para que sepás de que estoy hablando, desgraciadamente la entrevista completa como que la movieron de lugar.. psch! ni modo :( deben haber sido esos malvados cerdos machistas del faro :( )

Y asi como decís también está la que quiere que la traten como onvre -La tipica: "y por que los hombres tienen cuanta mujer se arrimen y son machos pero una q tenga cuantos hombres quiere y es puta?"- pero que le da por ser mujer cuando le conviene -se pinchó la llanta del carro y "ayyy noooo niiña yo no se nada de esto, qué es una llanta? ay nooo y como se cambia esooo? sacale la pierna a un onvre que nos ayude D: pobrecita yo que tengo uñas debiles"

No se don chepe, no crees que ya que está de moda en el país hacer las cosas al revés (tener mareros que exigen su derecho a robar, matar y extorsionar; tener buseros que exigen manejar sin licencia, sin precaución y sin esquelas y donde solo falta que los narcos exijan su derecho a traficar libremente y sin impuestos) no crees que fuera bueno ponernos a tono y tener mujeres "machas" en cada hogar? digo... ya que es la moda hacer las cosas al revés aquí?...

Mauxi Moncada dijo...

Chepito!, ahora si soy yo:),
pues no te voy a decir que yo no soy de las que dejan que el chero tome la iniciativa, no lo veo como algo malo pero si tenés un gran punto en lo de esconderse, cuando conviene, por ser mujer!... Eso para mi si es ser una mujer débil y encima de calidad bien chafa!...
Gran Fan de tu blog:), bien sabés!..
y deseo de corazón que si Doña Kraken se llega a enterar de todas las bromas, que te ponga el dedo en recursos humanos amparándose de ser una mujer indefensa (awe DX).. porque si decide tomar las cosas a la fuerza... Te perdimos :'| haha

Anónimo dijo...

¡Ah, mirá! ¿No sería una maravillosa idea que sacaras la próxima edición (claro, luego de la edificante cátedra sobre los hombres (?)) sobre King Flyp? Digo, ¿qué se hizo el muchachito? Hoy que venía en el bus de pagar el vergazo de la matrícula y la primera cuota de la u, pusieron su musiquilla y de pronto se me pasó por mi cabecita de pollo esa pregunta.

Anónimo dijo...

Bueno yo creo que aqui el problema es un poco más complejo de como tu lo planteas.
Primero tenemos el problema de todas las corrientes feministas que se han desarrollado y por ahi encontramos un para que lo unico que quieren es "darle la vuelta a la tortilla" o que odian a los hombres, si lo vemos asi, si quieren tomar el rol de genero que los hombres han tenido en las sociedades occidentales tradicionales.
Por otro lado, la mujer es la principal transmisora de la cultura y por lo tanto es ella tambien quien promueve el machismo... y esto se vuelve un problema porque se entra en un juego casi de doble moral porque por vienen y quieren que los hombres sean sus salvadores (vision machista, se hacen como q si fueran niñas dependientes de papi) y por el otro quieren que se les respete y se les vea como lo maximo pero en realidad solo se estan aprovechando de las pocas leyes ineficientes que pretenden defenderlas de la misoginia.
Otro punto importante que hay que mencionar es el de que si una mujer esta empoderada de su sexualidad o es porque quiere ser hombre o es una puta, eso considera la sociedad. Entonces el problema es mas estructural que otra cosa porque en el imaginario social, latinoamericano, todavia no cabe esta idea de mujer empoderada, y todavia no existen muchas mujeres que seamos capaces de empoderarnos porque estamos permeadas en el machismo y lo defendemos hasta en cosas minimas sin darnos cuenta, pero no es tan simple como decir que queremos ser hombres.

Yo :) dijo...

Hola Maux :) q hacés aquí? xD

Moctezuma dijo...

TRÁIGAME EL MAÍZ

Chepe dijo...

Para la primera "Anónimo" de abajo para arriba: por supuesto, es un fenómeno social y soy el primero en saberlo. Como menciono por allí, mi intención no es hacer un análisis cualitativo sobre el comportamiento de las mujeres a través de la historia (que me llevaría desde las épocas de relevancia social cuando los europeos asentaban sus nuevas vidas sedentarias y ellas se erigían como el estandarte familiar, hasta su caída de relevancia dentro del seno familiar y social), que sería muy interesante. No es por huevonería, simplemente que este lugar es para criticar comportamientos marcados sin reflexión.

No crea que soy ignorante.

PD: Soy ignorante.

Césarr dijo...

"Lo malo de las intelectuales salvadoreñas es que ya conocieron a Kant y a Heráclito de Efeso, aunque sea en la clase de toda chulupaquita de Negativo de Zope, o sea, el doctor Rodríguez Porth, pero le siguen temblando a la paloma (...) y por eso no salen de noche. Quisieran quedar preñadas o tener el orgasmo tomando una cucharadita, sin tener que pasar por el trance de estar en la cama al lado de un hombre chulón que luego-luego se te encarama y te echa el juelgo de bolo"

Roque Dalton, Pobrecito poeta que era yo.

VESNA ILIJINA dijo...

demasiado largo no me dió tiempo de leerlo todo
gracioso :)
hmmmm
ya te diré cuando lo lea todo si es que sobrevivo
:)