Buenas noches, seguidores del Hermano Toby y de su hijo, Toby jr. –Jesúscristo en hebreo. Debo pedir su indulgencia –plenaria- por la tardanza que he tenido en actualizar este cuchitril, pero he pasado ocupado tratando de transubstanciar un pedazo de mierda en mí mismo. Fracaso. No lo intente. En fin, hace mucho tiempo, en esta entrada , mencioné que tenía una idea sobre la que escribiría muy pronto –claramente, tengo la precisión de un calendario bisiesto en año normal-. ¿Le soy sincero? La idea que tenía era hacer un recuento del tipo de fotografías que se publicaban en redes sociales , pero me parece suficientemente denigrante mantener este blog con nombre y apellido real. Sin embargo, tengo otras espinitas –casi un cactus- respecto al Facebook que quisiera destrabarme de la calidez de mi esfínter. Empecemos:
1. Unirse a grupos innecesarios
“Leopoldo Durán se ha unido al grupo Canchis canchis arriba y abajo”. “María Graciela Marisela Delgado se ha unido a Quien no se alebresta de las tripas cuando se conecta ese alguien especial?!?!?! :) !?!”. Ad infinitum. ¿Por qué? A veces, me da de revisar la información de mis contactos, y aparte de ver la descripción totopostera (ver más adelante) de sí mismos, me entero de que pertenecen a no menos de 50 grupos. Para empezar, notemos que las personas que crean estos grupos les vale tanta verga que lo único que les interesa es el número de adeptos, ya que lo más que dura la actividad de dichos parnasos es una semana. Apliquémoslo a la vida real: ¿se imaginaría perteneciendo a 50 grupos de toda índole? Veamos: Amig@s de las Hermanas Carmelitas, Vicarios del Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, Grupo de Sicoterapia de la Línea del Doctor Ayala (GSA), “David” –esa mierda lavacocos que se da en el despilfarro de dinero situado arriba del redondel Masferrer-, Juventud Arenera, Amigos de Medardo González, Hermano Toby Presidente Vitalicio de El Salvador, etc.
Claro, pertenecer a diferentes grupos significa dos cosas ante los ojos –ciegos- de la sociedad: que se tiene una vida social relativamente activa y que estar en estos implica responsabilidad como miembro. Lo segundo, siendo cierto y lo más importante, no es necesario en estos grupejos de las redes sociales. Por ende, adelante, únase y pase por “multipolar” –como yo-. Le invito, y me invito a mí mismo, a revisar el talegasal de grupos al que nos hemos unido. Revise. Hablando de grupos, me acaban de mostrar uno que, particularmente, me ha llamado la atención: Si, soy cristiano. Y sabes que?... Es lo maximo! <3 –errores de redacción, fidedignos-. Tiene alrededor de 34,000 miembros. Puta, pues. Corríjame si me equivoco, pero ¿acaso no dijo Nuestro Señor Jesús que no se debía andar gritando nuestra fe, que mas bien era más rentable en cuanto a nuestras mastermillas celestiales quedarnos en casita, ser humildes y resguardarnos en el silencio? Dejando eso de lado, mire que clase de comentarios se hayan aquí, a cual más “MÍREME, AMO A CRISTO Y LO DIGO, PONGAME LIKE AL COMENTARIO, ¡POR DIOS!”:
“Lorena Cuevas de Mangold no nos alcanzan los dias para agradecer todo lo que dios hace por nosotros, su amor ,misericordia y perdón. y por sobre todas las cosas nos dio lo mas grande a jesus para salvarnos!!!!!!!!!!!!!!!”
¿Lo ve? Aquí huele a sepulcro blanqueado. Voy a crear un grupo que se llame: Soy ateo, y sabe que? ¡¡¡¡Me voy a ir al infierno <3!!!!
Solo yo me uniré.
2. Escribir actualizaciones de estado en tercera persona.
Ah, sí. ¿Quiere que la gente piense que usted es interesante? ¿Quiere ser “fumado” –ash-? Vergón, escriba sobre algo que usted siente, hará o hizo en tercera persona. Siendo realista, sé que es lo más lógico puesto que las actualizaciones se dan justo después del nombre de la persona que las escribe. No me importa. Léalo, parece como que si un negro rapero con ego más grande que la pija de Ron Jeremy está hablando. Es molesto. Es peor aún cuando se utiliza en conjunto con la intención de que la gente preste atención. Así:
Reina Isabel Martínez cree que la vida nunca esta del lado de uno :(. Need a hug!
Guácala, come mierda. Mire, aparte del uso de spanglish, me parece grotesca la forma de solicitar simpatía ajena. Lo peor es que, después, aparece el remero de gente alimentando la popularidad de semejante esperpento del ciberespacio. Para variar, el 75% de las personas que se une a la fanfarria de cuestionamientos no está interesada en el bienestar del afectado, solo en enterarse del chambre.
3. Etiquetación masiva
Windows Live Messenger le informa que ha sido etiquetado en una foto en Facebook. Windows Live Messenger le informa que ha recibido un correo de la foto en que se la ha etiquetado. Ídem. Ídem. Ídem… Y así, mi bandeja de entrada se llena de alrededor de 40 correos sobre la bendita foto. Lo peor es que ni siquiera salgo en ella. A lo mejor, es un paisaje con alguna leyenda (“ke beias son las beiezas del señor te amo jesusito!!!”), un cabrón sin camisa que ha tomado la foto frente al espejo –con el “flashazo” respectivo-, una chera que ha modificado la imagen y le ha agregado algún proverbio digno del Cantar de los cantares, et al. Y toda la gente comentando. Quizá no se haya fijado, pero los foros que se arman en torno a dichas fotos son más profundos que el mismísimo Concilio de Trento. Se lo juro.
No obstante, hay algo peor. Si bien, a veces, tolero y aprecio cuando algún amigo y amiga me etiqueta para que vea cómo se ve con tal atuendo, o en tal lugar, me da por atorzonarme un camote por el glande cuando me doy cuenta que he sido etiquetado en una mierda hecha en Microsoft Paint –o Photoshop-, en la que sale un pato Donald, ratón Mickey, Tribilín –que aunque parece perro, me parece de clasificación indescriptible, como Lady GaGa- y Pluto, con un mensaje navideño en el que me mientan a Dios, mis deseos y mi felicidad. Y luego, el horror: alrededor de 100 personas etiquetadas en tal retrato dantesco, sin posibilidad alguna de encontrarme allí para evitarme la desgracia de atestar mi correo electrónico con respuestas como “Graziaz, tqmmmmmmm yo tampiquis!!” y similares. Entre casos de igual naturaleza apocalíptica, se encuentran el “Dedicame una canción”, “Escribe algo que tú y yo hayamos hecho juntos”, “Si me muriera mañana, ¿qué me dirías hoy?”. Respecto a la última, independientemente de si lloro o no la partida, le aseguro lo que no faltaría al final del día: abro mi ordenador portátil, abro el explorador, digito “youjizz” y amén.
4. Actualizaciones de estado innecesarias
Lila Emperatriz Caballero comiendo manzanita con crema y nutella yummi ummmm
México Salvador Kemuel Ramírez en el tráfico
Fórmula para hacer una auto descripción en una red social:
a) Diga que es buena onda
b) Diga le gusta hacer reír a la gente
c) Diga que al principio es tímido/a, pero aclare que solo al principio
d) Diga que le gusta divertirse
e) Diga que Jesús es su vida
El Facebook se ha convertido en el equivalente del parque en el que las viejas placeras se reúnen para tijeretear a la majada y los ebriachis (ebrio queriendo ser mariachi) buscan como alebrestar los fustanes de las anteriores, con la diferencia de que aunque cambia el espacio físico, no cambian las mantronas ni los emires antes mencionados. Así, pues, cuando una relación entra en esa espiral característica que desemboca en el Acelhuate, ya está la parvada de buitres viendo qué carroñan. En dicha situación, se dan dos comentarios característicos (usaré el ejemplo de una mujer publicando su situación sentimental):
a) “QQQQQQQQQQQQQQQQQQ xqqqq!?’?!? q pso??!?!?!? Ay no amiguis stas bien?? me tns q contar todo oistsssss??”
b) “Ey q bien ya era hora! Soltera otranviquis!”
Luego, los cumpleaños. Le pondré una analogía: ¿verdad que caía mal que, cuando le cantaban el “Happy Birthday” –cuya letra son las únicas palabras en inglés que saben algunas personas- lo tergiversaran en “Sapo Birthday”? Para variar, siempre son las tías de uno las que hacían eso. Chistosas, las cerotas. Pues bien, se está dando un fenómeno similar en Internet, pero primero, una introducción: me revienta que la gente anuncie su cumpleaños por todo lo alto ya sea por Windows Messenger o por Facebook. Cristo, ¿por qué? ¿Tanta es la gana de que los feliciten o les regalen algo? Me acuerdo cuando lo precioso de cumplir años se basaba en recibir felicitaciones espontáneas sin que se anduviera promocionando. Ahora, no: es como que si de adobar un pavo navideño, antes de la comilona, se tratara. Adobarlo con heces, cabe aclarar.
Con eso zanjado, a lo que iba. Probablemente, exageré con la analogía repugnante del “Sapo Birthday”, pero, en esencia, me refería a que se presenta sin falta. Mejor dicho, presentan. Pues bien, estos son los comentarios que se suelen encontrar en el muro de alguien cuando cumple años:
a) AwWwWwWwZzZzZzZzZ japi birdey!!! QUE DIOS TE BENDIGA!!
b) Hapy cumpleaños!! QUE TODAS TUS METAS Y SUEÑOS SE CUMPLAN!!
c) Felizidadezzz!!! Que cumplas muxxxozz añozzz mazzzzzzzz!!!!!
d) Mi amor mi vida te amoooooooooooooooooooooooooooooooooo y no seria nada aaaaaa sin tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii bebita feliz cumpleaños y esoty feliz de pasarla con tigo!!! Ojala diosito nos permita compartir mas cumpeañost juntitotsss!!!!!!! Ti amu xoxoxoxxoxoxoxooxoxxo
a) Pagar la cuota de la universidad, $300 por las compras del super, se murió mi abuela y me pisaron en un examen. Ojalá la bendiga a usted también.
b) Cada año me dice lo mismo, y no he cumplido ninguna meta ni realizado ningún sueño. O estoy haciendo algo mal, o usted no desea lo suficiente.
c) A este paso, voy a cumplir 800 años.
d) Quiero cortar.
Chepe
PD: Yo sé que escribo demasiado, pero entienda que esto, para mí, es como la diarrea: cuando se antoja, no hay como parar.