miércoles, 18 de agosto de 2010

Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et térrea (Cómo hablamos, V)


Buenas noches, Tronos, Poderes, Virtudes y demás coros angelicales habidos y por haber (menos Metatrón, ese soy yo, pues soy la voz misma del Altísimo). En la entrada de hoy, podría haber tratado temas como las acertadas ideas de nuestro gobierno respecto a los “despliegues patriotas” de los desfiles, el berrinche de los diputados por las candidaturas independientes o por qué a Rodolfo Parker se le debería apodar “apéndice” o “chiche de hombre”. Sin embargo, como mis neuronas tienen la utilidad de un burro deslenguado y desmembrado, debo escribir según permitan mis –pocas- luces. Después de cuatro entradas en las que he señalado cómo los salvadoreños nos expresamos y hablamos, pensé, al igual que el fantoche encargado de escribir el libro de Hechos de los Apóstoles, que ya era suficiente la mierda expuesta y, por tanto, que debía parar. No obstante, ustedes, mis amados lectores y soldados de Cristo, volvieron a demostrar lo equivocado que estoy –tal como me lo recuerda, en cada entrada, el hijo de ochenta y siete mil putas que “spamea” la sección de comentarios, haciéndose pasar por personajes mitológicos, históricos y de la farándula salvadoreña y mundial-. He aquí, pues, lo que mis frecuentes visitas al parnaso lingüístico salvadoreño, tal cual asalariado masculino promedio que va al LIPS, me han deparado.


  1. Gracias por todo

¿Cómo saber cuando una mujer no quiere nada con usted? Atorsónela de piropos y reciba un “gracias” de respuesta. ¿Cómo saber cuando una mujer no tiene nada que decir sobre la tarde que pasó con usted? Pregúntele, y si la respuesta es “AwWwWw la pasé super lindo, ‘grax’ (vulgarismo de “gracias”) por todo xoxoxox”, tenga por seguro que una guayaba hubiera hecho mejor papel en la cita que usted. Ahora, tengo entendido que hay mujeres que hacen uso de dicha expresión aun cuando han pasado un momento grato. Entonces, ¿por qué dar gracias? Además, ¿por todo? Supongamos la siguiente situación:


Ernestina dice:

Goidoooo puuuu la pasamos ssssuuupeperrrrr!!! Puya vos , es que puya puya PE U TE A!!! Jajajaj perdon :$ la exprecion es que ando hapy! Putzira mano, es que hoy en el galaxy jamas abia hecho tantas chusas!!! Y puuuu te acordas del mesero que se callo con todas las cocasss?? Juas juas y dsps triiii chivo xq la majo y el chele amarraron bien felisss todo! Y sabes mi papi no me reganio por avizarle tard que yegara por miii!!! Aajajaj ha sido chivirinviquis este diaaaa grachas poi todo cuidate ya me voy compermuaaaaaaa**¡!! (K) :D:D:D:)


**(Satanización de “con permiso”)


Ave María, purísima: sin pecado concebida. Dejando de lado las claras deficiencias comunicativas, centrémonos en las razones por las que Ernestina pasó un buen día, siempre teniendo en cuenta que, al final, agradeció a su consorte: hizo un incierto número de chuzas, un mesero perdió el equilibrio –y su empleo- por derramar Coca Cola –Fanta-, dos amigos de ella ya han entablado noviazgo y el tata no la regañó por su irresponsabilidad de avisar tarde para que la fueran a traer. Responda: ¿dónde está la influencia del amigo en cuestión? Sería más fácil que se llevara a cabo un ecumenismo entre la verga de un mastodonte y mi ano que el tipo tuviera algo que ver en todas las desgracias antes listadas.


  1. Te amo miles

Hay quien piensa, aún, que el amor es, simplemente, “el amor”. Aparte de expresarle mis sentimientos respecto a cuan pura mierda me parece semejante afirmación, es estúpidamente imposible amar a alguien “miles”, por dos razones bien sencillas: un sentimiento no se puede cuantificar y el término amor es la expresión máxima de cariño, dependencia, libido y pertenencia hacia alguien más; por ende, no puede elevarse más. Estas palabras, sin embargo, no tienen ninguna relevancia cuando el salvadoreño promedio le dedica semejante máxima hasta al chucho cuando hace alguna trastada graciosa, como hartarse sus propias heces.


  1. San Sivar

Zanzíbar, según un almanaque de 2004 que compré en Super Selectos, comprende un par de islas en Tanzania. También, es –o era, no estoy seguro- un bar en nuestro país, solo que llamado Sivar. Como siempre aparecen los geográficamente imbéciles de turno, se ha empezado a llamar así a la capital: San Sivar, o solo Sivar. Como mi intelecto escasea tanto que, a veces, se me olvida respirar, decidí consultar un foro de doctores de antropología salvadoreña para resolver mi duda. He aquí el link del sitio consultado:


http://ayvevos.com/foros/showthread.php?p=574762


Me quedo con este comentario de jesusfreak06 (jueputa):


“Le apodan así a la capital por su leve parecido al nombre San Salvador.

Zanzibar = Zibar = Sivar = San Sivar = San Salvador”


Ah, tan maravilloso como presenciar la metamorfosis de una oruga en mariposa… o un buey moribundo en carroña para zopilotes.


  1. Gracias a Dios

Hoy en día, dar “gracias a Dios” es tan común como una cora de tortillas, ver una cárcava nueva o un bus incendiado. Damos gracias a Dios porque la vecina encontró al gato, porque nos acordamos donde dejamos estacionado el auto, porque encendió la computadora, porque aún tenemos desodorante, porque, porque, porque. Un compañero de clase, en cierta ocasión, dio los créditos respectivos al destripador de becerros dorados porque la economía nacional había visto un aumento en el nivel de ventas (que, por cierto, aún se encontraban en la escala negativa). Después dicen que no somos una sociedad teocent… tabercentrista. La única razón por la que le daría gracias a Jehová sería en caso de no inmolarme la verga después de recubrirla con fósforo y masturbarme con un guante de lija.


  1. Hola, ¿qué ondas?, ¿qué tal?

Reto, en nombre de Baal Zebub, C’tulhu y Satanás, a que me niegue que, alguna vez, lo han saludado tan salvajemente. Si el agradecimiento compulsivo al padre eterno es el pan de cada día, esta modalidad de saludo bien podría ser el desagüe diario de las cloacas en el Acelhuate. Esta redundancia, al alcance de los más redundos –ja-, solo es comparable a cuando, en una clase, un profesor espeta “vuelvo a repetir” cuando quiere recalcar una idea… ¡que solo ha dicho una vez! Esta herejía se acentúa más cuando caemos en la cuenta de que “qué ondas” y “qué tal” son símiles de “hola”.


***


¿Se imagina llegar a las puertas del cielo y encontrarse con San Pedro, quien deprimido por tener que cuidar un zaguán después de ser humillado y crucificado, está más empachado de alcohol que una refinería de brandy, y ser recibido de esta forma?


Usted: Ah, ¡San Pedro, el primer Papa, la piedra sobre la que se edificó la Iglesia, hombre entre hombres!

San Pedro: Hola, hola, hola, ¿qué pedos pues?

Usted: Por aquí, muerto, jo jo jo, vengo de San Salvador.

San Pedro: ¿San Salvaqueputas? San Sivar dirás, es que, verás, aquí en el cielo pensamos que “San Salvador” es redundante porque, pues, el Salvador –o sea, mi Señor- ya es santo… entonces… errr… sí…. Ahí hay buenos bares, una vez bajamos con Jesús a uno que se llama Escape, allí por un colegio llamado “García Flamenco” y nos llevamos una grata sorpresa porque es el primer lugar en el que vemos que los hombres se aman unos a otros. Además, nos pusimos la verguera de nuestras vidas, tanto que aún no se me quita la resaca…

Usted: Claro… sí, bueno, me gustaría saber para adónde voy.

San Pedro: A ver… oh… ajá… hijo, primero que nada, quiero que sepás que te quiero… miles…

Usted: Ajá… yo también te quiero… dos miles…¿todo bien?

San Pedro: No, te vas al infierno.

Usted: ¿Perdón? Yo pensé que estaba salvo porque empezaste a hablarme de tu vida. Sos un infeliz, y para tu información, ese bar es el epicentro de la homosexualidad en la capital.

San Pedro: Pues claro, si no somos pendejos. ¿Vos qué creés? ¿Que 12 hombres solteros, de 18 años para arriba, caminando y durmiendo juntos de un lado a otro durante tres años en una sociedad donde la edad promedio para casarse es a los 15, no tienen necesidades? ¿Lavatorio de pies? ¿Un acto de amor y humillación? Ja, imaginate lo que tuvimos que hacerle nosotros a ÉL, y que gracias a Dios no salió en la Biblia.

Usted: Ah, ya. Gracias por todo.


Chepe


PD: Si leyó hasta aquí, seguramente es para saber por qué habría que llamar a Rodolfo Parker "apéndice" o "chiche de hombre". La respuesta es fácil: porque al igual que el apéndice o las chiches de hombre, Rodolfo Parker no sirve para nada.

domingo, 8 de agosto de 2010

Grand Theft Taber

Buenas noches les dé Dios. Aquí les presento el juego original para PlayStation 2 de la aclamada serie Grand Theft Auto. Rockstar Games me encargó con la portada de esta joya y no pude hacer más que aceptar. Aquí, pues, está el tributo al Señor de Señores de El Salvador. (Haga click en la imagen para verla en toda su gloria).

Rockstar, incluso, fue tan amable de darme algunos datos interesantes del juego (que usted podrá encontrar si busca el juego en Amazon u otras tiendas en línea) que pienso compartir con ustedes:

* Juegue como el pastor Édgar López Bertrand y su hijo, Toby jr., quienes cuentan con las habilidades de hacer dinero cada minuto automáticamente y vestirse como vacas durante el culto, respectivamente.

* Controle 30,000 almas sedientas de Cristo en la reedición de la "Noche de sanación y alabanza del mítico Estadio Cuscatlán". Si posee guitarra de Guitar Hero, sea participe de una escena jugable especial en la que controlará a Marcos Witt durante la alabanza, prepago del diezmo respectivo por dicha escena, ¡por supuesto!

* Mueva los hilos de la palestra política y mediática salvadoreñas, en las que encontrará cameos de Will Salgado, Donato Vaquerano y Elías Antonio Saca.

* Emprenda misiones en las que debe ayudar a Rodolfo Parker a impedir que la asociación homosexual Entre amigos gane más adeptos y lleve a cabo su plan de matrimonios homosexuales; junto con "El gordo" Max, anexe por la fuerza al Canal 17 a la Telecorporación Salvadoreña (TCS).

* Recorra la calle del litoral en su moto BMW junto con su banda de "Bikers for Christ". De fondo, el hermoso atardecer salvadoreño. Delicioso.

* Estrategia. Sea gestor inteligente de su fortuna, ubicando y reubicando sucursales del "Taber" en los lugares donde considere que hay más almas (dinero) que salvar (recaudar). Tiene todo El Salvador a su disposición.

* La banda sonora más aclamada hasta el momento en cualquier juego de Grand Theft Auto. Disfrute de las guitarras bautistas de Imperio, de Hillsong - los "Beatles cristianos"- y "remolinee" con Fernel Monroy, entre otros. Clásico.

* Tomás Chévez y "Willie" Maldonado lo estarán acechando constantemente. ¡Cuídese de sus diatribas... con más diatribas!

* Como contenido de descarga especial, que puede adquirir en la "Taberstore" por la módica cantidad de $400, experimente el horror, la injusticia y el vía crucis hacia el Gólgota de nuestros tiempos: la cárcel. Solo el espíritu santo y su habilidad con el control de juego lo librarán de su destino cruel.

* ¿Harto de su matrimonio? ¡Cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana! Elija entre un amplio catálogo de arpías, con el aliciente de descubrir a la que no esté detrás de su cuenta bancaria.

* Multiplayer extenso y variado. Participe en escaramuzas al mejor estilo de la serie Grand Theft Auto, o si quiere una experiencia Starcraft -o mejor dicho, Tabercraft- tome control del Tabernáculo Bíblico Bautista "Amigos de Israel", la Iglesia Elim, Misión de Cristo, Asambleas de Dios, Testigos de Jehová, COMPAZ, entre otros, para dejar claro cuál es la verdadera casa de Dios en El Salvador.

* El juego puede ser difícil, pero recuerde: NUNCA TE RINDAS.

He aquí, además, algunas opiniones de personas que han probado el juego antes de ser sacado a ventas oficialmente, para que se convenzan de que no es paja:

- "Un cuento de lucha, entrega, pasión. Bien podría pasar por un evangelio" - Donato Vaquerano
- "Por primera vez no veo mi nombre en algo que tenga que ver con ser ramera" - Milagro Navas
- "No puedo opinar puesto que puse este cachibache en el DVD y no me funcionó" - Salvador Sánchez Cerén
- "¡Lo mejor de todo es que mi copia me salió de choto!" - Will Salgado
- "Por lo menos, aquí me voy a acabar a todos esos homosexuales pecadores" - Rodolfo Parker


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